Quién es Álvaro, concursante de Secret Story
Desde el pasado 13 de enero que se estrenó la segunda temporada de Secret Story: La Casa de los Secretos, la audiencia fervorosamente seguidora de Telecinco no ha dejado de seguir todo lo que ocurre en uno de los reality show más entretenidos de los últimos años. Con 16 nuevos participantes, la nueva trama se ha mostrado mucho más que divertida y el mérito de ello se lo llevan, por supuesto, los concursantes del reality. Uno de ellos, Álvaro, que arriba por primera vez al programa y es de quien te hablaremos a continuación.
Álvaro, el nuevo integrante
Si eres de lo que se mantiene siempre al tanto de los estrenos en cuanto a la parrilla de programación de Telecinco, es probable que ahora mismo estés más que empapado con respecto a todo lo que se refiere a Secret Story: La Casa de los Secretos. Por ene, no se descarta que ya sepas quién es Álvaro, aunque quizá no a profundidad. Álvaro forma parte de las 16 caras nuevas que hemos podido ver en esta nueva entrega de Secret Story, es un joven de 27 años nacido en Madrid, específicamente en Soto del Real, pero criado en un pueblo de Albacete.
Álvaro es egresado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. También cuenta con un año de estudio en el grado de ilusionismo. Su nombre se dio a conocer el día jueves 13 de enero, precisamente el mismo día que Secret Story 2 entró en vigencia. Sin embargo, no pudo ingresar de manera oficial al programa sino hasta tres días después, es decir, el 16 de enero, puesto que al inicio del programa se encontraba recuperándose de los embates propios de la covid-19. Pero pese a ser una de las tantas víctimas que se contagian de coronavirus en el mundo entero, nada le ha impedido llegar hasta el staff de Secret Story.

Entrada agridulce
La primera impresión que puede dar Álvaro a los demás, y que quizá le dio también a sus compañeros de Secret Story, es que destaca por ser una persona callada y bonachona. Sin embargo, basta con hablar por lo menos unos pocos minutos con el para darse cuenta de que su personalidad realmente puede llegar a ser bastante sorprendente. Su llegada a Secret Story, que como te hemos dicho antes tuvo que retrasarse por tres días tras haberse contagiado de covid-19, estuvo cargada por un aura “agridulce”.
Aunque el mismo se define como un hombre “bonachón” y un verdadero “trampantojo”, tal parece que a sus compañeros de staff no les pareció del todo el hombre más carismático del mundo. Con solo unos minutos en escena, no tardó en discutir por primera vez con los mismos. Su primer “encontronazo” de Secret Story fue con Kenny, quien le “reprochó” a Álvaro su manera de ingresar a la escena, alegando que “había sido demasiado fuerte”. Por su parte, Álvaro le notificó de inmediato que se había sentido atacado por su actitud y el recibimiento no tan ameno que le brindó.
Pero no todo se remitió únicamente a Kenny, pues no dudó en dedicar unas palabras a los demás concursantes. “Estáis todos como buitres”, apuntó sin tapujos el manchego, un comentario que causó indignación entre sus compañeros. Carmen, por su parte, dijo que se le parecía a Mr. Bean, y Álvaro se sintió muy ofendido por ello, mientras que Héctor, quien le exigió que “bajase el nivel”, recibió los reclamos de Álvaro diciendo que sentía que le estaba dando lecciones de moral.

Una luz al final del túnel
Aunque su recibimiento no fue tan grato como se esperaba y se dedicó en exclusiva a discutir con sus compañeros en sus primeros minutos dentro del staff, no todo fue negativo para Álvaro, quien vio en Laila una “luz al final del túnel” en medio de todas las discusiones en las que se vio inmerso tras su llegada. Laila fue la única que se dedicó a escucharle con la intención de mediar y entender su situación. Lamentablemente, la “guinda del pastel” fue haber entrado a la escena llevando consigo un huevo de avestruz que “representa la inmunidad”. Esta fue su misión de ingreso, y sus compañeros quisieron arrebatarle el objeto.
Héctor, uno de los que más se enzarzó en pelea con Álvaro, fue el único capaz de arrebatarle el huevo de avestruz al mismo tiempo que le gritaba sin pudor ni mucho menos: “Gilipollas, a tomar por culo, subnormal”. Los comentarios llamaron la atención del equipo de la organización, que tuvo que mediar entre ambos y luego devolver el huevo a Álvaro.
